Uno de los efectos más claros en términos económicos del menor crecimiento es que Chile se alejó de los ingresos de países desarrollados. Si el país hubiera crecido 3,5% anual, Chile tendría un PIB per cápita de US$26.109 y no de US$24.587.
Hasta 2013, Chile mostraba tasa de crecimiento de la economía sobre el Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
Un ejemplo de ello es que entre 1990 y 2013 la expansión promedio del país registró un 5,1%, mientras que el mundo avanzaba a un ritmo de 3,6%. Es decir, Chile superaba el crecimiento mundial por 1,6%.
Sin embargo, esa realidad comenzó a cambiar desde 2014. Entre ese año y 2017, el país mostrará una actividad promedio de 1,8% y el mundo 3,4%.
Ahora bien, en una perspectiva más larga y considerando las recientes proyecciones que entregó el Fondo Monetario Internacional (FMI), la expansión promedio de Chile entre 2014 y 2022, sería de 2,4% ante el 3,6% del mundo. En definitiva, el organismo internacional proyecta un ciclo de baja expansión hasta 2022. Pero ¿qué le pasó a Chile? esa es la pregunta que los expertos se hacen a la hora de analizar esta nueva normalidad del país.
Entre las principales explicaciones que entregan los expertos hay factores propiamente tal del ciclo económico, pero también estructurales.
Para el primer caso está el factor precio del cobre que de mermó el crecimiento de la inversión. Sin embargo, los expertos concuerdan en que los cambios al sistema tributarios afectaron de manera estructural la inversión. En este punto, el ex subsecretario de Economía, Tomás Flores, sostuvo que “los pilares del crecimiento son tres: inversión, empleo y productividad. Y el que más dañado está es la inversión. Allí donde hubo el cambio más significativo por la Reforma Tributaria”.
Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados acotó que el aumento de la tasa de impuestos a las empresas afectó la inversión”.
Pese a este cambio estructural, los expertos coinciden en que no es difícil de cambiar esta senda. “El factor tributario que explica una parte de la caída de la inversión es fácil de revertir, lo que a su vez tiene efectos inmediatos en la conducta de las personas y los inversionistas. Entonces si el próximo gobierno realiza una reforma incentivando el ahorro y la inversión puede haber una recuperación más rápida de ese pilar”, puntualizó Flores.
Erik Haindl, académico de la Universidad Gabriela Mistral indicó que “lo clave es hacer una reforma tributaria que haga que las empresas vuelvan a invertir”.
Productividad
Otro de los factores que han influido en este estancamiento, es el nulo crecimiento que ha tenido la productividad. “La economía chilena desde 2014 ha tenido una caída importante en productividad y por lo tanto, en términos potenciales y tendenciales la economía ha reducido su ritmo de crecimiento. El aumento que se espera en materia de productividad hacia fines de esta década es bastante acotado”, apuntó Rojas.
PIB per cápita
Uno de los efectos más claros en términos económicos del menor crecimiento es que Chile se alejó de los países con ingreso per cápita desarrollado. De hecho en lugar de acercar la brecha con el último de los desarrollados, el país se alejó. En 2016, el último país desarrollado -Letonia- terminó un PIB per cápita a PPP de US$25.702 frente a los US$24.089 de Chile. Esa diferencia, en lugar de acercarse se amplió, ya que para 2017, el PIB per cápita de Chile llegará a US$25.702 mientras que Letonia avanzará a los US$27.291.
Ahora bien, de acuerdo a cálculos de Tomás Flores, si el país hubiera crecido a un ritmo de 3,5% por año, Chile tendría hoy un PIB per cápita de US$26.109 y no de US$
24.587 mil. Además el umbral de los US$30 mil se alcanzaría el 2020 dos años antes que lo proyectado por el FMI.
Realidad local
Una realidad más optimista entregó la Encuestas de Expectativas Económicas (EEE), ya que para 2018 se subió por tercer mes consecutivo la estimación de PIB pasando de 2,8% a 3%, mientras que para el 2019 se subió de 3,2% a 3,3%. En cuanto a la inflación, la mediana de los expertos coincidió en una caída -por segunda vez consecutiva- a 1,8% para el cierre de 2017 (en septiembre la veían en 2,3%). Para fines de 2018, esperan que la inflación sea de 2,8%.
Fuente: Pulso